En el año 1990 comienzan las apariciones de la
Santísima Virgen en Salta ( República Argentina) a una mujer.
María Livia Galliano de Obeid es una mujer casada desde el año 1970, madre
de tres hijos. Su vida hasta el año 1990 fue muy simple, como ama de casa
cumpliendo sus deberes y llevando una vida muy tranquila y feliz en su
hogar con su esposo y sus hijos.
Ella nunca imaginó ver a la Virgen y nunca lo pidió.
A principios del año 1990 comienza a tener las primeras manifestaciones
sobrenaturales, siendo ella misma la primera sorprendida.
Un día escucha una voz interior que le habla, esta voz es
extraordinariamente hermosa y sobrenatural, e inmediatamente produce un
cambio en su corazón.
Estos coloquios se suceden a partir de allí con frecuencia. La voz que le
habla se presenta como la “ Madre de Dios”.
La señora al principio no comenta de esto a nadie, ella quiere guardar
este secreto que tiene con la Madre de Dios; no obstante esto,
aunque lo disimula muy bien, hay un cambio muy elocuente en ella, porque
siente un inmenso deseo de recogimiento y una gran felicidad en su alma.
Sin embargo, poco tiempo después, movida por un gran deseo de compartir
esta dicha y felicidad, siente la necesidad de confiarse a su esposo y a
su hija mayor, y lo comparte también con su pequeño entorno familiar,
padres y hermanos; lo hace de manera espontánea y natural.
En ese entonces María Livia reflexiona en su interior y piensa que esto no
va a trascender mas allá de la intimidad de su alma.
Con este pensamiento ella abre cada vez mas su corazón a la Santísima
Virgen; y el diálogo entre ambas se va haciendo cada vez más íntimo.
Estos primeros diálogos de amor, calidez y respeto de parte de esta
extraordinaria visita de esta Señora del Cielo son muy sorprendentes para
María Livia; ya que la Santísima Virgen le pregunta lo siguiente:
¿ Me recibes en tu casa?. ¿Aceptas
compartir tu hogar conmigo?.
Respuesta: “Madre acepto. Ven y comparte todo mi hogar. Es
tuyo, te pertenece a partir de hoy. Te lo entrego”.
La Virgen sonríe.
Otro día le dice:
“ Hija deseo ser
coronada como Reina en este hogar”.
Respuesta: "Sí. Si ese es tu deseo seré obediente y lo haré
inmediatamente".
La Virgen sonríe ante la respuesta.
Otro día: “ Hija, deseo que me entregues a tus
hijos”.
Respuesta: “ Madre te entrego a mis hijos, desde hoy te
pertenecen. Son tuyos”
La Virgen sonríe.
Otro día: “ Hija hoy he venido a pedirte un deseo de mi
corazón, deseo estar entre tu y tu esposo.”
Respuesta : “ A partir de hoy Madre, Tu estarás siempre en
medio de los dos.”.
La Virgen sonríe con mucha alegría.
Después de esto la Madre le dijo:
“ Dios tiene designios sobre
ti desde toda la eternidad. ¿Aceptas esto de parte de Dios?”.
Respondiéndole la señora que aceptaba todo lo que Dios haya dispuesto, La
Virgen María volvió a sonreír.

PRIMERA APARICION DE LA SANTISIMA VIRGEN
La Santísima Virgen se le aparece por primera
vez, en la intimidad del hogar; y esto va a ser una experiencia
transformante para ella, pues en función de esta aparición todo va a ser
distinto en su sencilla vida.
RELATO DE LA VISION DE LA
SANTISIMA VIRGEN.
Siente una fuerza que la pone de rodillas, el
alma se eleva con esta fuerza que la obliga a levantar su cabeza, y allí
en medio de una inmensa luz, aparece una joven de alrededor de 14 años,
tiene sus manos y brazos extendidos hacia abajo, desde donde salen
purísimas luces que se extienden hacia abajo como rayos de cristal.
Esta joven mujer es de una extraordinaria belleza. María Livia no duda que
Ella es la Bienaventurada Virgen María. Esta aparición permanece mirándola
en silencio, tiene un rostro de niña y sus ojos de color azul mar son
grandes y profundos, sus rasgos son muy marcados, de tal manera que quien
la ve no podrá olvidarla jamás y su recuerdo quedará en el alma de tal
manera que queda impreso.
Lleva un vestido blanco purísimo, un manto azul profundo con destellos
verdosos, cubre su cabeza con un velo blanco. Apoya sus pies descalzos
sobre una pequeña nube que permanece a pocos centímetros del suelo.
Esta joven le habla presentándose en persona.
Después de esta experiencia María Livia por tres días no comió y apenas
podía tragar su saliva.

LOS 5 AÑOS SIGUIENTES
A partir de este suceso que el Señor le permite
vivir, la vida ordinaria continúa, y ha de adecuarse a este nuevo estado
tan sobrenatural. Es como volver a nacer.
La Santísima Virgen continúa dialogando con ella todos los días
intensamente con la intención de instruirla y prepararla para que se
cumplan los designios que Dios tiene para ella.
La Virgen le confía varios secretos con pedidos expresos, algunos que se
cumplirían inmediatamente, otros que debían cumplirse más adelante y que
debían guardarse hasta el momento en que Ella lo manifestara.
Durante 5 años guarda riguroso silencio. Se confía a su confesor,
obedeciéndole en todo.
En este período de silencio la obra crece en espíritu; es un período de
preparación interior profundo. Un silencioso peregrinar sin interferencias
humanas, guiada en el silencio por la Virgen y el Señor.
DIFUSIÓN DE LOS MENSAJES
En el año 1995, la Virgen le pide que se dirija
al Monasterio San Bernardo de Carmelitas Descalzas de Salta. Con un
mensaje para esa comunidad. Este mensaje consiste en el siguiente pedido:
“Que sean transmisoras de mis mensajes, convertíos en voceros
míos, y para que esto sea efectivo acompañad esto con mucha oración.”
( 16/11/1995).
Después de esto los mensajes son transmitidos en forma privada a los que
los soliciten. Cumpliendo este deseo de la Virgen en que se den a conocer.
A partir de allí la Comunidad de Carmelitas adopta espiritualmente a María
Livia; compartiendo estas experiencias de este nuevo camino, entre rosas y
espinas.
Desde entonces toda la Comunidad la sostiene con sus oraciones y amor
hasta estos días. Son las delicadezas de una Madre Celestial que un día le
dijo en un mensaje privado:
“ Hija mía:
Yo soy tu escudo, mi escapulario te protege. Hay muchas espinas en tu
camino, para mitigar el dolor de tus pasos pondré abundante cantidad de
rosas sobre ellas.
¡ Yo estoy a tu lado. El triunfo es seguro”.
14/08/1996 (Dado en Salta).
La Bendita Madre le dice, cuando debe transmitirle algún mensaje al
Carmelo.
“ Hijita, lleva este mensaje a tus hermanas carmelitas”.
Desde entonces esta hermandad espiritual continúa en profunda unión y
caridad y se extiende a la familia de María Livia.
Se solicitó al Sr. Arzobispo de Salta Moisés Julio Blanchoud autorización
para publicar el libro con los mensajes recibidos. Esta autorización es
otorgada por la autoridad eclesiástica el 30 de Octubre de 1997.
A partir de ese momento se imprimen varias ediciones.
Cuando en el año 1990 la Virgen le manda guardar silencio sobre algunos
mensajes dados en esa oportunidad hasta que el tiempo de Dios este
cumplido, le dijo lo siguiente:
“ Te mandaré a que lo cumplas en esos días”.

APARICIONES DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
La señora también tiene apariciones de Nuestro
Señor Jesucristo y mensajes de El, en donde Nuestro Señor le manifiesta la
obra que hará desde este lugar y comenzará primero con los consagrados.
El 1 de Abril de 1995 María Livia tuvo una visión:
En este día mientras hacía el Vía Crucis (en su dormitorio) vió delante
del sagrario de su parroquia el Corazón herido de Jesús, el Corazón tenía
una profunda herida, y cuando latía, de la herida salía una gota gruesa de
sangre que se derramaba. A la vez, El Señor le daba a conocer el
sufrimiento que había en ese espasmo, al salir las gotas de sangre, dolor
físico y moral, era algo tan inenarrable ese dolor, que al transmitírselo
El Señor, no pudo soportarlo y comenzó a desmayarse y sintió que su
corazón no resistiría, pero El señor se lo quitó, pues de no haberlo hecho
ella habría muerto. El Señor le mostró cuanto AMOR hay en su Corazón
Adorado, ¡Cuánto AMOR guarda Él en el sagrario VIVO y PRESENTE! ¡ Inmenso,
Infinito AMOR por nosotros, sufriendo a través de los siglos SU PASION
SALVADORA!.
La Trinidad Santa, está presente en el Sacratísimo Corazón Eucarístico de
Jesús.
Luego de terminar esta visión le aparecen estas palabras:
“YO SOY EL SACRATISIMO CORAZON EUCARISTICO DE JESUS, ADORADME
PERPETUAMENTE EN REPARACION”, y le dictó la siguiente
oración para ser rezada a los pies del Sagrario:
Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, yo confío
inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que
necesito para abandonarme a Tu Infinita Misericordia, porque ya se han
agotado mis recursos humanos y ahora solo me cabe volverme con confianza a
Tu Infinita Compasión, porque sé que Tu no desoirás mi suplica.
Aquí estoy
Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas,
según Tu Amor y beneplácito divino, que sé, será lo mejor para mí,
concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.
¡ Toma Señor mi problema.
¡Toma, mi corazón!. Yo confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús.
¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !
¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús. !
Amén.

PEDIDO DE LA VIRGEN
En el mes de Marzo de 2000 la Virgen le
solicita entre otras cosas (en un mensaje privado de los que habitualmente
recibe) lo siguiente:
“ Edificadme un Santuario elevado para que se cumpla lo que te
revelé”.
El día 8 de Diciembre de 2000 recibe otro mensaje privado en donde la
Virgen le dice entre otras cosas lo siguiente:
“He puesto en ti mi confianza, me obedeces, eres fiel
servidora.
Debes ahora mi hija hablar pronto con el obispo.”
En este mismo mes de diciembre es recibida por el Sr. Arzobispo Mario
Antonio Cargnello, quien se interiorizó de estos hechos y de los pedidos
de la Santísima Virgen.
En el correr de estos años la Virgen no tiene aún advocación. María Livia
se lo pregunta en reiteradas oportunidades pero la Virgen siempre sonríe
sin contestar.
Hasta el día 13 de Setiembre de 1996.
María Livia tiene la siguiente visión:
Hoy mientras estaba en oración vi a la Santísima Virgen que con gran
esplendor y gloria bajaba del cielo con ángeles vestida de blanco, manto
azul celeste y velo blanco. Con sus manos juntas en actitud de oración y
una leve sonrisa en su hermosísimo rostro.
Mi alma quedó elevada ante la solemnidad de la visión. Frente a la
Santísima Virgen apareció una estrella que brillaba como el sol. La Virgen
se arrodilló en profunda adoración, después solo vi en medio de la luz
dorada la SANTA HOSTIA y el Corazón herido de Jesús y la voz de la
Santísima Virgen que decía:
“ Bendito y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de
Jesús”
“ Bendito y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús”
“ Bendito y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús”
Después de esto la Madre dijo:
“ SOY LA INMACULADA MADRE DEL DIVINO CORAZON EUCARISTICO DE
JESUS “.
Le pregunté:
¿Así quieres ser nombrada?.
Y ella dijo:
“ Si, así me conoceréis.”
Y luego con dulce sonrisa levantó su mano y bendijo ampliamente y
ascendió.
La Virgen ha dictado a María Livia una oración de consagración a su
Purísimo Corazón:
“PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi
VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA.
Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.
Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente
en lo que me mandes.
Sé dulce compañía en mi vida, no permitas que jamás me separe de Ti y en
la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tu
compañía.
“Bendita y alabada seas por siempre Madre mía.”
Amén.

EL MENSAJE CENTRAL
1. Volver a amar el Divino Corazón
Eucarístico de Jesús. Adorar perpetuamente en reparación al Corazón
Eucarístico vivo y presente entre nosotros en la Sagrada Eucaristía.
2. La Evangelización y Consagración del mundo entero al Corazón
Eucarístico de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.
(En un mensaje privado)
.....Seguid predicando mis mensajes y especialmente la devoción al
SACRATISIMO CORAZON EUCARISTICO DE JESUS, no ceséis en
este empeño, que cada alma se Consagre a Él, y así todos recibirán la
Infinita Misericordia de su Corazón. Predicad su Consagración, avisando
que toda alma a El consagrada, recibirá todas las Gracias que brotan de la
Divina Misericordia del Señor.
Esta Consagración, al Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús
tendrá el sello de Eternidad en las almas y obrará un cambio grande en
ellas. Será la llave que abrirá el alma para su Conversión.
3. La unión de Occidente y Oriente.
4. La preparación para la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo. Que
consiste en un mayor conocimiento del Amor de Dios.
5. La esperanza, el camino que nos conduce a Dios.
Vivir el Amor, vivir con el Amor de su Divino Corazón, vivir un tiempo de
eternidad.

Salta – Argentina – 1990
“HAY QUE JUNTAR EL REBAÑO ANTES QUE OSCUREZCA.
NO HE VENIDO A CRITICAR NI A DESTRUIR, SINO A CONSTRUIR”
Mas información en
http://www.inmaculadamadre-salta.org |